Antes de adoptar la MPC 450, Mostostal se enfrentaba a retos a la hora de conseguir mano de obra cualificada y mantener la eficiencia. Según Tomasz Luba, director de la división de Еstructuras de acero, «vivimos tiempos difíciles en los que es difícil conseguir personal cualificado. Por eso decidimos introducir la automatización comprando la Máquina HGG». La inversión no sólo ayudó con la escasez de mano de obra directa sino que también mejoró significativamente la calidad y precisión de sus cortes reduciendo las repeticiones.

La perfecta integración de la MPC 450 en la línea de producción de Mostostal ha permitido aumentar notablemente la eficacia. Como explica Krzysztof Chylinski, tecnólogo: «En los últimos tres años, hemos empezado a cortar muchos más perfiles redondos que antes en respuesta a los cambiantes requisitos de los clientes». Esta transición al corte automatizado ha reducido drásticamente el trabajo manual, permitiendo ajustes más precisos y mejorando la calidad de las soldaduras.